La Cábala, la astrología médica y el cuerpo humano – 1ra.Parte
La Cábala, la astrología médica y el
cuerpo humano – 1ra.Parte
Cuando nos adentramos al análisis
astrológico, de una u otra forma, nos vinculamos con la mente, las emociones y
las acciones. Pudiéramos decir que hablamos de un cuerpo mental, un cuerpo
emocional y un cuerpo físico.
Al ubicarnos en una tercera dimensión,
es decir la realidad de la materia, solemos relacionar desde el punto de vista cabalístico,
al cerebro como centro de la mente, el corazón como centro de las emociones y
al hígado como la puesta a tierra.
Existe una profunda interconexión
entre el cerebro, el corazón y el hígado, que no solo en su función
fisiológica, sino también en su dimensión espiritual. Esta relación se basa en
la idea de que la sangre, impulsada por el corazón, nutre y conecta todas las
partes del cuerpo, reflejando los deseos y la condición espiritual del individuo.
El Cerebro: El
cerebro es el "comandante en jefe" del cuerpo, el centro del
intelecto y la conciencia. Se divide en dos hemisferios: el derecho, asociado
con la intuición y la sabiduría (Jojmá), y el izquierdo, relacionado con la
lógica y la comprensión (Biná). El cerebro procesa la información recibida por
los sentidos y dirige las acciones del cuerpo.
El Corazón: El
corazón, ubicado en el lado izquierdo del pecho, es el "jefe del estado
mayor" que recibe las órdenes del cerebro y las ejecuta. Se asocia con
Biná, la capacidad de comprender y discernir entre el bien y el mal. El corazón
es el asiento de las emociones, las pasiones y los deseos, y su condición
espiritual se refleja en la "pureza" de la sangre que bombea.
El Hígado: El
hígado, el órgano encargado de purificar la sangre, se conecta con la lucha
contra los deseos negativos y la búsqueda de la espiritualidad. Su función de
filtrar la sangre se asemeja al proceso de refinar las emociones y elevar las
"chispas de santidad" presentes en el mundo. Un hígado saludable
refleja un estado de pureza espiritual, mientras que un hígado
"cargado" indica la presencia de deseos materiales que obstruyen el
camino hacia la santidad.
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