En algunas oportunidades hemos hecho mención al Quadriviun
de la prognosis, el cual constituye el protocolo del análisis astrológico en su
generalidad.
Está formado por los análisis de las progresiones
secundarias, las direcciones primarias (aquí se incluyen los atacires), las
revoluciones solares y lunares y los tránsitos.
Estas cuatro técnicas unidas a la promesa natal
constituyen el ABC del análisis astrológico.
En esta oportunidad nos referiremos a los atacires
de la muerte haciendo referencia a que los atacires corresponden a direcciones
en la carta natal.
Según Tito Macia (fuente: Mapas astrológicos y
atacires) nos comenta:
“… En la torre armónica hay varias plantas muy
especiales relacionadas con la muerte, las plantas 13, 96 y 156 son las que
recogen mejor estos eventos…”
Como relojes astrológicos los podemos identificar de
la siguiente forma:
·
C13 Muertes y transformaciones. No son muertes
necesariamente físicas, pueden ser perdidas, duelos, que dejan huellas en lo
físico, mental, emocional o espiritual. Las muertes no son necesariamente muertes físicas, sino
también pueden indicar cambios de rumbos significantes en la vida.
·
C96 (12*8) Muertes, experiencias traumáticas,
accidentes, situaciones extremas
· C156 (12*13) Todas las muertes.
Los planetas más significativos a la hora de
analizar los atacires de la muerte son por su naturaleza, Marte, Plutón,
Saturno, Neptuno, Urano, el parte árabe del Infortunio, el regente de la casa
VIII. Si se trata de finales y principios de asuntos, el regente de la casa IV.
Veamos los ejemplos prácticos:
La muerte de mi padre. Plutón, uno de los
significadores de la muerte, en este caso la resurrección o paso a otra vida,
hace atacir a Mercurio en la casa VI (Salud). Plutón viene de la cúspide de la
casa XII. En otras oportunidades hemos hablado de Mercurio justo a la Luna como
símbolos del cuerpo y el alma. Mercurio es el mensajero de los dioses. El
atacir de Mercurio está en casa I (cuerpo físico) sobre Neptuno (regente de la
casa VIII) quien a su vez hace atacir a la cúspide de la casa VIII.
Tanto a Mercurio como a Neptuno lo podemos relacionar
con el oxígeno que respiramos y los pulmones. La causa de su muerte fue un paro
respiratorio
Mil gracias Pablo.... sigue todas tus publicaciones... porque si hay lagunas, se aclaran rapidamente.
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