Dicen que la Luna influye en las mareas, en los partos y en nuestro estado de ánimo. Pero, ¿es cierto que su energía también nos afecta a nivel emocional? ¿O es solo una creencia popular sin base astrológica?
En astrología, la Luna representa nuestras emociones, nuestros instintos y nuestra manera de reaccionar ante el mundo. Su ciclo rápido hace que cambie de signo cada dos días y medio, lo que explica por qué hay momentos en los que nos sentimos más sensibles o introspectivos sin una razón aparente. Además, las fases lunares también tienen su propio simbolismo: la Luna Nueva es ideal para inicios, la Creciente para crecer y expandirse, la Llena para culminaciones y la Menguante para soltar y cerrar ciclos.
Pero la Luna no solo afecta de manera general; su posición en la carta natal de cada persona define su manera de sentir, de nutrirse emocionalmente y de responder ante los desafíos de la vida. Una Luna en Cáncer, por ejemplo, hará que una persona sea más protectora y sensible, mientras que una Luna en Acuario la llevará a ser más racional y desapegada en sus reacciones emocionales.
Tenemos el caso de la princesa de Gales, Kate Middleton, Luna en Cáncer madre de tres hijos.
Lejos de ser una superstición, la influencia de la Luna en el comportamiento humano es una observación ancestral respaldada por siglos de registros astrológicos. Comprender sus ciclos y cómo afectan nuestra carta natal nos permite gestionar mejor nuestras emociones y aprovechar su energía en nuestro crecimiento personal.
En los próximos artículos, exploraremos más misterios astrológicos, como la importancia de los tránsitos lunares y su impacto en los eventos cotidianos. ¡No te lo pierdas!
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