Muchas veces se presentan en la
vida de una persona encrucijadas que ameritan la toma de decisiones que
consciente o no, resultan trascendentales para sus próximos caminos a seguir.
Particularmente me ha pasado muchas
veces donde se cierra un capítulo y se debe abrir otro totalmente nuevo.
A finales de los 60 y principios
de los 70, a mediados de los 80, a mediados de los 90, a mediados de la primera
década de este siglo y ahora.
Si bien es muy válido el concepto
que los Juicios Generales anulan a los particulares, el mundo exterior aporta
energías que uno como ser espiritual está en capacidad de tomar lo que puede
ser bueno y descartar lo que puede ser malo. Es el libre albedrío que tanto
hablan los libros y los maestros.
Los astros inclinan, pero la
persona decide.
En mi caso, me considero una
persona que ha hecho de todo y que la vida me ha brindado mucho, y estoy agradecido
de Dios y del Universo por todo ello.
Cada vez que he tenido que dar un
salto a otra vía, si bien la incertidumbre del momento lo hace dudar, el miedo
me embarga o el apego al pasado me ata, he roto con todo y el éxito de mis
nuevos retos han sido mejores que los anteriores.
Todo pasa por tomar decisiones,
buenas o malas, el tiempo lo dirá, pero con la mirada siempre puesta al futuro
mejor basado en la confianza en uno mismo.
Astrológicamente, se podría ver reflejado
esta postura en tres puntos básicos como pueden ser el Ascendente, el Sol y la
Luna.
Tauro como ascendente, donde
apariencia externa o fachada al mundo exterior da la imagen de aquel paciente,
que va a paso seguro, despacio pero sin pausa.
Un Sol acuariano en casa IX,
significando que mi ser es de naturaleza libre, que no me gustan las ataduras
ni las rutinas. Siempre se está en la búsqueda de lo diferente, de lo nuevo, un
Sol que esta de gozo en esa casa, donde se divierte haciendo lo que hace.
Por otro lado la Luna, esa
gasolina o bencina que se lleva por dentro que hace que la persona se mueva con
sentimiento y pasión el día a día, ubicada también en la casa IX por en
Capricornio. Me hace obstinado por conseguir lo que me propongo, no acepto un “No”
tan fácil, lucho por lo posible y lo imposible, no hay cima, siempre hay una más
alta a la que hay que alcanzar.
Considerando a las Direcciones
Primarias como el instrumento para determinar los grandes acontecimientos que
ocurren o pueden ocurrir en la vida en función de las energías externas a la
persona, podemos observar en el gráfico que cada vez que hay un pico del
armónico 11 (querer romper con las rutinas) existe a continuación un pico del
éxito o logro (armónico 10).
Esto describe a nivel macro lo
ocurrido en mi vida. Al entrar en rutinas, busco como romperlas, busco la libertad
reorientándome hacia otro asunto.
El las gráficas de mas arriba, todas
vinculadas al armónico 10, se determina si ese éxito influyó mas el Sol (Fuerza interna), la Luna (lo emocional), el
medio ambiente (Ascendente) o la combinación de todos (Fortuna).
Pero ahora qué?....
En estos momentos y por los
próximos años estas energías macro del entorno (Direcciones Primarias) relacionadas
con los armónicos estudiados hasta ahora, están en sus niveles más bajos. No
existen rutinas que romper, no hay retos claros ni por lo tanto logros que
buscar allí afuera.
Entonces qué hacer?, Cuáles serían
las energías más importantes del momento para utilizarlas de la mejor forma?
Veamos el mismo gráfico anterior
añadiéndole otros armónicos de interés y reduciéndolo a solo este mes.
Son momentos para pensar en el
futuro considerando y sobre pesando todas las experiencias del pasado. No
prestarle mucha importancia a los posibles inconvenientes del presente (nada fácil
por lo demás). Este plan estratégico debe estar basado en asuntos tangibles,
cosas que se puedan alcanzar materialmente. Este trabajo de planificación
traerá una felicidad interna que llenara el corazón para seguir adelante.
Pero cuánto durará este proceso?,
cuando se podrán ver los frutos de esta reflexión que el Universo me pone en
bandeja hoy?
Trabajo durante el 2019 para
volver a tener al cambio que me catapulte de nuevo y repetir los éxitos de la
vida.
Por otro lado se puede pensar que
estamos en un periodo donde hay que tomar conciencia de todos los procesos
vividos hasta ahora. En astrología esta toma de conciencia viene dada por las
progresiones secundarias.
Podría decirse que estoy en un
periodo muy reflexivo, de búsqueda interior intensa. El armónico 12 lo podemos
relacionar en cierta forma con los archivos del alma, con la intuición, con lo
espiritual, con el amor oculto, las experiencias que se han vivido, las
victorias y las derrotas, y el sacar todo lo bueno de ellas.
En esta época, ya en declive la
curva del 12, toma relevancia el armónico 2, es decir, viene la toma de
consciencia de lo importante de la dependencia, del otro, el darme cuenta que
yo no tengo el monopolio de la verdad, el que existen otras verdades diferentes,
que debo expresar al otro lo que siento. Tomar conciencia del Ying-Yang, de la
noche y el día, del “quien es quien” sin juicio ni prejuicio.
Esta es la misión de vida que vine
a experimentar en esta oportunidad y hay que sacarle el mayor de los provechos.
“Yo soy el que fui, Yo soy el que
soy y Yo soy el que seré”
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